Mi
almohada llora mientras te extraña,
la
noche ensucia mis sabanas
y
en cada rincón de mi te siento,
siento
tus huellas pegadas a mi forro.
Ahora
tú no calientas el vacío de mi cama
ya
no calientas mi alma
y
el invierno se cuela en mi piel cual veneno bebo para olvidarte.
Lloraras
por mis besos que no supiste cuidar,
heridos
encontrarán consuelo en otros labios.
Regaré
la semilla de mi interior y si ya no puedo quererte aunque duela
quizá
te de la llave de mi corazón en una noche de pasión,
aún
sin ser para siempre como dice la canción.
Quizá
llegue diciembre y entre las calles del descuido te encuentre y seas mi refugio,quizá
no quiera nada o
quizá suba a ese tren que cojo todos los días sin destino.
Guárdate
detrás de la puerta en mi ausencia por si un día vuelvo
y
si lo hago vendrá la tarde llena de ti con esos ojos que ya no mienten.
Mientras
tanto, te seguiré pensando,
te
seguiré soñando y me quedaré con sabor a ti.