Mi calor interno es una tormenta de placer
que me obliga a seguir encadenado a ti.
Cada rincón de tu paisaje me excita, me
envuelve.
Tu olor me seduce cual telaraña atrapa a su
presa.
Fiel a ti...
Llévame, átame, encadéname a ese laberinto de
delicias y deja que me halle en él…
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